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La Inteligencia Artificial (IA) está transformando rápidamente la forma en que trabajamos, aprendemos y vivimos. Pero esta revolución tecnológica también conlleva riesgos importantes, especialmente en lo que respecta a la igualdad de género. Según ONU Mujeres, la IA no es imparcial: aprende del mundo que hemos construido, uno marcado por décadas de desigualdad estructural.

Cuando los sistemas de IA se entrenan con datos sesgados, los resultados pueden ser perjudiciales. Ya se han registrado errores graves: algoritmos de reconocimiento facial que han provocado detenciones erróneas, sistemas de contratación que favorecen a los hombres y herramientas médicas que subestiman las necesidades clínicas de mujeres y personas de grupos minoritarios.

A pesar de estos fallos, solo el 28 % de la población es consciente del sesgo de género en la IA. Sin embargo, una vez informadas, más de la mitad de las personas —especialmente de las generaciones Z y millennial— expresan preocupación por este problema.

El sesgo no solo está en el uso de la IA, sino también en su desarrollo. Las mujeres representan apenas el 35 % del personal en empresas tecnológicas en Estados Unidos. Aun así, solo el 40 % de las personas encuestadas considera preocupante esta falta de representación, y apenas el 24 % cree que la IA presenta frecuentemente a las mujeres de forma misógina.

Estas conclusiones y recomendaciones se basan en los datos más recientes de la Fundación Team Lewis, en apoyo de HeForShe, el movimiento solidario impulsado por ONU Mujeres en favor de la igualdad de género.

La demanda de cambio es clara: el 66 % de la población cree que los gobiernos deberían regular la IA para reducir los sesgos de género. Esto implica desde controlar generadores de imágenes que reproducen estereotipos hasta revisar algoritmos que penalizan currículos con indicadores femeninos.

ONU Mujeres hace un llamado a las empresas para que inviertan en equipos de diseño inclusivos, establezcan normas éticas claras y utilicen datos de entrenamiento más representativos. Solo así podremos garantizar que la IA no solo sea una herramienta poderosa, sino también justa e inclusiva.

Para ampliar información sobre las recomendaciones de ONU Mujeres, haz click aquí.